domingo, 7 de abril de 2013

Here with me

This song reminds me of you. I know that Its sad but I knew it the last week when i was suffering for you. 
Now, I miss you more than a week ago, but when I hear it, I know that no matter how far you are, you love me and I love you. And that feel like you were here with me..


-The killers

martes, 2 de abril de 2013

El comienzo

Era una cálida noche de verano cuando lo conocí. Estaba en una clase de esos cursos de idiomas que tanto me gustan hacer. De vacaciones, relajada. El verano estaba comenzando dulcemente. Y hacia apenas una semana que había empezado en ese nuevo lugar con mi mejor amigo con la excusa de un viaje. O mejor dicho, el deseo y ambición de conocer Nueva York.
El primer día de clases, le confesé ingenuamente a Nicolás que sólo quería conocer gente con la idea de nuevas amistades sin llegar a más lejos. Ingenua. Boba como siempre.

Esa noche algo fue distinto. Ni bien llegue al instituto, el profesor era nuevo, y joven. Al finalizar la clase, sin pensarlo todo el grupo salio caminando a la par, cada uno con su propio destino de esa noche. Entre nosotros, el profesor James. Algo tonto pero inexplicable como "el destino" o "el azar" nos provocó que termináramos todos juntos cenando en mi casa. Unas pizzas. Una guitarra. Poco a poco, James nos contó su historia. Americano (justamente de Nueva York), recibido en Filosofía y Letras, pero aburrido de su vida. Y con esa excusa, estaba en Argentina.
Una cosa paso a la otra, y sin darnos cuenta las horas habían pasado como minutos. Y yo no podía sacar mis ojos de encima de James. Como hablaba inglés y como tocaba la guitarra cantando con tanta simpatía me volvía loca. Ya con alcohol corriendo por la sangre, la noche comenzó a finalizar de a poco. El resto del grupo se fue quedando James, Daniela y yo.
Sin darnos cuenta, comenzamos a estar en nuestro propio mundo. Miradas que iban y venían. Comentarios provocadores nos envolvían excluyendo desconsideradamente la presencia de Dani.
Finalmente, ella se levantó para ir al baño; y por unas palabras erróneas, James comenzó a masajear mi cuello. Ahí caí profundo en un abismo, y me encontré en otra dimensión paralela a la situación real.
Logré ver mi cuerpo desde afuera, como se relajaba en las manos de un completo extraño. Mi cuello comenzó a sentir el calor de sus labios. Giré y lo miré desafiante. Le pregunté que estaba haciendo, y sin respuesta, le dije que esto estaba mal. Y era cierto. Estaba prohibido. De todas formas, me besó. Y todo mi cuerpo enloqueció como nunca.





martes, 19 de marzo de 2013

Me sentía desganada, mirando la vida desde adentro, sin poder salir afuera. Enferma y dejada. Deprimida sin razón alguna.  O tal vez sí. Una razón que lastimaba cada parte de mi cuerpo.
Un secreto. Un aliado. Un veneno.

Tirada en aquel sillón sin ganas de nada, pensaba y pensaba, sobre aquella noche donde la tentación había podido con ella. Y había podido derribarla cruelmente.
Todo parecía un sueño borroso. Bizarro y loco. Pero no había sido irreal, sus actos habían sido reales e impuros. Y ahora, el arrepentimiento volvía para burlarse de ella.

domingo, 2 de diciembre de 2012


En esos momentos en los que te das cuenta que estás cansada y enferma
de ciertas actitudes, de ciertas situaciones.
Es momento de cambios. La vida continúa. Este tren cambia de riel.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Hay momentos, puntos claves de la vida, que parece que las cosas se frenan. 
Un minuto de silencio te otorga el destino para poder pensar un poco las cosas. 
Un minuto, que por más que solo sean 60 segundos, parece eterno. 
Un momento en el que uno se da cuenta qué son las cosas que realmente valen la pena. 
Ese momento es tan importante que uno no debe dejarlo pasar.
Y a su vez, uno debe tener cuidado de las conclusiones que salen del mismo.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Orden, Control, Poder. Parte 1

Como ya les conté, soy una persona que necesita tener todo controlado. Detesto perder el control de las situaciones o de mi cuerpo físico. Necesito que todo esté en control, pero ese tipo de orden impuesto sólo por mí. Tengo la manía que si yo no hago las cosas o no las superviso, no se van a hacer como yo quiero que se hagan.
Esto termina siendo mi prisión. Nunca poder perder el control porque la cabeza maquina y maquina sin parar. Tengo tan sólo 20 años (recién cumplidos) si soy así ahora que no tengo nada bajo "mi control", que va a hacer de mí cuando (si es que pasa, y esperemos que si) se cumplen mis ambiciones de lograr fundar mi propio mini-emprendimiento textil.
Hoy lo veo reflejado en mi jefa. Muchos la toman de loca maniática pero tiene toda la razón en las cosas que hace o dice (por más que no comparto el método). Ella quiere que esté todo perfecto y en el orden que ella quiso imponer e impone. Pero termina haciendo llorar a sus empleados, o pone incómodos a muchos.
Entonces, yo hoy reflexiono: ¿realmente quiero ser ese tipo de persona? ¿realmente quiero que mis empleados lloren por culpa de mis acciones?
Por eso, necesito cambiar estas manías. Salir de esta prisión, mejor dicho obsesión por el orden, por el control, por el poder.

Ambigüedad futura


A veces las cosas no salen como uno espera. 
En cierta manera, nunca salen como uno espera. 
Por un lado, se podría decir que esa ambigüedad sobre el futuro 
es lo divertido del presente.
Las ansias. La espera.

martes, 23 de octubre de 2012




Je Veux d'l'amour, d'la joie, de la bonne humeur.

Ce n'est pas votre argent qui f'ra mon bonheur. 

Moi j'veux crever la main sur le coeur. 

Allons ensemble, découvrir ma liberté. 



fragmento de Je veux- Zaz

Rock

...and Roll

¬dedicado a la flor más bella- Florencia G. Gimenez

Reflexión Masoquista

Hay veces que, simplemente, no lo puedo evitar. Soy así. Mi cabeza divaga y divaga, se pierde sola en el abismo. Se asfixia sola en el exceso de pensamientos inútiles. Se hunde en el pozo más hondo de mi inconsciente, mas bien consciente. Y termina tocando fondo. 
Mi fondo, fondo fondo, es acordarme de esas personas. Es el comienzo de la depresión y del magnetismo, sofocante, a lastimarse a sí mismo.  
Recuerdos de esas personas que hace no mucho tiempo eran tanto, y hoy no son nada. Personas de las que pasaron meses de las que no tenes noticias, ni siquiera un cruce superficial de palabras. 
(Personas... Persona: Él---Impulso mentiroso de tomarlo como un plural) 
Y vuelvo a retomar ese camino oscuro, prohibido por aquellos que me quieren. Trayectoria de laberinto circular, lleno de preguntas sin sentido sobre el pasado, lleno de respuestas vacías. 

Sin embargo, dulcemente llega un momento donde se frena esa alucinación vagante y masoquista; y entra en juego la esperanza de un futuro mejor. Un futuro que sea como el pasado. Esperanza errónea y estúpida, que no entiende que las cosas nunca vuelven a ser lo mismo. Imposible.
Esperanza que sólo sirve para no retomar el laberinto oscuro y masoquista que circulan mis pensamientos.