Para aliviar los problemas, los dolores, los malos momentos pasados, se usan ciertos mecanismos de defensa. Las personas se cierran, y guardan todo el rencor, el odio, el dolor y la pena dentro de una cajita para no abrir nunca más. Pero no sospechan de lo mucho que les pesa esa pequeña cajita negra llena de negatividad. Por más que sea muy chica y esté muy escondida, uno lo siente. Se olvidan que la infelicidad que tienen proviene de eso que esta aferrado a su cuerpo chupandoles la vida que les queda.
Finalmente aprendí a abrir esa cajita. Aprendí a librarme de eso. Y ahora no tengo más el peso. Caminar liviana me hace feliz. Inténtelo!
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