Nos han enseñado a vivir ignorando. Nos han impuesto vivir en la ignorancia. Nos han hecho olvidar todo aquello que no convenía recordar. Ciegamente, nosotros hemos aceptado esta orden, porque lo hemos tomado como una manera para poder sobrevivir día a día. Lo hemos utilizado con la idea de un mecanismo de defensa; pero nunca pudimos ver la realidad. Este mecanismo no nos defiende, no nos hace más fuertes; sino más débiles. Nos han mentido, porque al debilitarnos es más fácil manejarnos. Y así es como el "mecanismo de defensa" termina convirtiéndose en una estrategia de manipulación. Nos prefieren alfabetos, ignorantes, estúpidos e irrazonables. Nos prefieren débiles para poder manejarnos con cortinas de humo y actos sentimentales.
No seamos muñecos de trapo. Lo más poderoso que podemos tener es aquello que se contrapone a la ignorancia, es aquello llamado saber. Es el conocimiento y la razón la que nos mantienen fuertes e inmanejables y no como ovejas de un rebaño desconcertado.