Soñé con tu rostro. Soñé que era capaz de hacerte feliz, como lo mereces. Soñé con tu regalo de cumpleaños y con tu sonrisa. Con tus besos y tus caricias. Soñé con tu respeto y cariño.
En ese sueño, eramos perfectos. Todo era perfecto. Sin problemas. Yo era perfecta. Pero en esta realidad, no lo soy. Y lo único que sé hacer es lastimarte. Me pregunto por qué lo hago, y no tengo respuesta para darme.
Simplemente, estoy decepcionada de mí misma. Me doy asco. Me aborrezco. Siempre me pasa lo mismo. Él me arruinó, y ahora sólo te lastimo a vos, cuando vos no tenes nada que ver. Me odio. Siempre jugando con los demás para que no vuelvan a jugar conmigo. Es asqueroso esto. Es un círculo de odio propio, de rencor a lo que pasó un año atrás. No lo puedo frenar. Siempre deletreando promesas con los labios, diciendo que no va a volver a suceder, pero sucede.
Todos siempre dicen "de los errores se aprende", yo me pregunto porque yo nunca aprendo. Siempre comento el mismo error, y sigo sin aprender. Se que me confundo, se que me equivoco pero no cambio. Me cuesta cambiar. Tengo una debilidad y es esta. Lo peor de todo es este sentimiento que me agarra, me enojo conmigo misma, lloro para descargarme pero sigo con algo adentro. No es tristeza, ni bronca; es odio. Un odio hacia mi persona. Un odio hacia mis defectos, mis errores. Sin cambiar, siempre en la misma rueda de cometer uno tras otro. Sin parar. Sin pensar. Solo con culpa y odio. Y asco. Sentirme como una basura. Una mierda que no vale ni se valora nada. Horrible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario