miércoles, 26 de septiembre de 2012

La "sensación" de inseguridad me quitó 70 pesos


Así vivimos, con una aguda hipocresía, permitiendo que la corrupción, la mafia, las coimas, los robos, la inseguridad, las amenazas-por no seguir nombrando- se conviertan en parte de nuestra imagen como país y en parte de nuestros días como ciudadanos argentinos.
No voy a permitir que me asusten. No voy a permitir que cambie mi manera de vivir por un golpe bajo.

Ayer, me pasó algo desagradable. Un viejo estúpido de 50 años me tomó del brazo, y comenzó a amenazarme con un objeto punzante de metal que si no le daba todo me mataba.
Honestamente, fue mi primer robo. Mi primera vez. Y hoy me convierto en una más de esta masa de sobrevivientes. Estoy bien, nada pasó. Rogué como una conchuda por mi celular-no sé porqué lo hice, sólo me salió decir eso- Y el señor fue tan amable que se conformó con unos 70 pesos.
"Gracias a Dios que estás bien", "Pensa en lo bueno, no te pasó nada", y más comentarios así llenaron mi tarde de lunes. Y es cierto. Gracias porque no me mataron ayer. Gracias porque nada pasó. Gracias porque estoy bien, y ni me golpeó. Gracias.
Pero- tomemos un segundo. Reflexionemos- ¿por qué tengo que estar agradecida después de un momento así? ¿por qué ESTAMOS agradecidos? Sigue siendo horrible. Esto sucedió a las 16 hs, en el medio de Palermo. Y el tipo está suelto ahora, vagando por la zona donde vivo.
No me importan las cosas materiales. No me importan los pesos que me sacó. Pero no puedo entender como permitimos que unos cagones tomen el control de nuestras vidas- aunque sea por unos segundos- jugando a ser dioses, "te mato o no te mato".
Esto es lo que me saca, ¿cómo puede ser que un tipo de la calle tome el control de Mi vida? Alguien que me explique. ¿Por qué él puede quitarme parte de mis derechos y salir caminando sin problema?

Y esto no es lo peor de todo, esa misma tarde- ayer- hablando con un conocido, me contó que en esa zona- un lugar hermoso en pleno Palermo- está la policía coimada.Y que justo es una zona inmersa en plena mafia. BIEN. Así estamos. O sea, no sólo un tipo de la calle me robo, sino que también la policía está comprada y encima tengo una mafia a pocas cuadras de mi casa. GENIAL.

En fin, no voy a permitir que el miedo se apodere de mí. Ayer me encerré en mi casa. No quería ver a nadie extraño. Sin embargo, hoy no voy a estar encerrada. No voy a permitir que me quiten mis derechos. No voy a dejar que un golpe bajo y que una "sensación" de inseguridad me quite mi Libertad.